¿Por qué algunos profesionales de la salud no sufren “burnout”, incluso trabajando bajo presión extrema?
El burnout o síndrome del trabajador quemado se ha convertido en un problema grave en el sector sanitario. Tras la pandemia, muchas médicas, médicos, enfermeras y otros profesionales han llegado al límite del desgaste emocional y físico. Sin embargo, no todos reaccionan igual: hay quienes, pese a vivir el mismo nivel de estrés, no se queman. ¿Qué los hace diferentes?
Un nuevo estudio liderado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), en colaboración con la Fundación Galatea y con el apoyo de la Fundación «la Caixa», busca entender por qué algunas personas consiguen mantener la resiliencia en contextos tan exigentes. El objetivo es identificar qué factores los protegen, para poder aplicarlos como estrategia preventiva o de mejora del bienestar en el ámbito sanitario.

Claves para resistir el burnout
Según Oriol Yuguero, jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Arnau de Vilanova e investigador principal del proyecto, “queremos saber si hay rasgos de personalidad, hábitos o actividades sociales que ayudan a sobrellevar mejor la presión: ¿quizás tienen una vida social más activa, practican deporte o participan en actividades grupales como cantar en una coral?”
El estudio, abierto a profesionales de la salud de toda Cataluña, se desarrolla en dos fases. En la primera, las personas participantes completarán mensualmente durante seis meses un cuestionario para evaluar su nivel de burnout. Aquellos con niveles bajos serán invitados a participar en una segunda fase cualitativa, donde se analizarán en profundidad los elementos comunes entre ellos.

Claves para resistir el burnout
Según Oriol Yuguero, jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Arnau de Vilanova e investigador principal del proyecto, “queremos saber si hay rasgos de personalidad, hábitos o actividades sociales que ayudan a sobrellevar mejor la presión: ¿quizás tienen una vida social más activa, practican deporte o participan en actividades grupales como cantar en una coral?”
El estudio, abierto a profesionales de la salud de toda Cataluña, se desarrolla en dos fases. En la primera, las personas participantes completarán mensualmente durante seis meses un cuestionario para evaluar su nivel de burnout. Aquellos con niveles bajos serán invitados a participar en una segunda fase cualitativa, donde se analizarán en profundidad los elementos comunes entre ellos.
Tecnología inmersiva para medir la resiliencia
Una de las herramientas clave de esta segunda fase será el uso de tecnología inmersiva desarrollada por Broomx. Durante los últimos meses, hemos producido y grabado cápsulas de vídeo en 360º especialmente diseñadas para recrear situaciones estresantes vinculadas a la práctica profesional de personal médico y de enfermería, en colaboración con el equipo de 4D Health. Estas escenas se experimentarán a partir de octubre en la sala inmersiva de la Fundación Galatea en Barcelona, con el objetivo de observar cómo reaccionan emocionalmente los profesionales más resilientes.

Resiliencia sanitaria: un imperativo ético
Este es el primer proyecto en España centrado específicamente en la resiliencia del personal sanitario, y podría abrir la puerta a incorporar dinámicas concretas (como actividad física, arte o actividades grupales) dentro del sistema de salud para proteger mejor su bienestar.
Tal como señala Toni Calvo, director de la Fundación Galatea: “Cuidarse para seguir cuidando no es una opción, es un imperativo ético y deontológico”.

Resiliencia sanitaria: un imperativo ético
Este es el primer proyecto en España centrado específicamente en la resiliencia del personal sanitario, y podría abrir la puerta a incorporar dinámicas concretas (como actividad física, arte o actividades grupales) dentro del sistema de salud para proteger mejor su bienestar.
Tal como señala Toni Calvo, director de la Fundación Galatea: “Cuidarse para seguir cuidando no es una opción, es un imperativo ético y deontológico”.